Con la llegada del calor, aumentan los paseos al aire libre, los fines de semana fuera y las vacaciones en familia, muchas veces con nuestras mascotas incluidas. Pero mientras nosotros disfrutamos del buen tiempo, hay pequeños enemigos silenciosos que se vuelven más activos: los parásitos.
¿Qué parásitos son más comunes en verano?
Pulgas, garrapatas, mosquitos y otros parásitos encuentran en el verano el ambiente ideal para reproducirse e infestar a perros y gatos. Y los riesgos no son solo molestias: muchos de estos parásitos transmiten enfermedades graves.
Durante los meses de calor, es más frecuente la presencia de:
- Ectoparásitos (viven en la superficie de la piel): Pulgas, garrapatas, mosquitos (incluido el flebótomo, transmisor de la leishmaniosis), ácaros (como los que provocan sarna u otitis).
- Endoparásitos (viven en el interior del organismo): lombrices y tenias (intestinales), protozoos como Giardia o Toxoplasma, Leishmania, transmitida por picaduras de insectos.
Estos parásitos pueden causar desde picor, pérdida de pelo e irritaciones cutáneas hasta enfermedades sistémicas con consecuencias graves, como la babesiosis o la leishmaniosis.
¿Cómo prevenir?
La prevención es la mejor defensa contra los parásitos. Estas son algunas buenas prácticas:
- Higiene regular: cepilla y baña a tu peludo con frecuencia.
- Limpieza del entorno: mantén sus camas, mantas y juguetes siempre limpios.
- Productos antiparasitarios: aplica pipetas, usa collares específicos o administra comprimidos, según la recomendación del veterinario.
- Desparasitación interna periódica: protege también contra los parásitos intestinales.
- Evita zonas de riesgo al atardecer: es cuando muchos mosquitos están más activos.
Si notas signos como picor intenso, pérdida de apetito, diarrea, vómitos o parásitos visibles, consulta rápidamente con tu veterinario. Un diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado son esenciales para evitar complicaciones.