La vuelta al trabajo después de un periodo de vacaciones o de teletrabajo suele ser una mezcla de emociones. Para muchos dueños de mascotas, uno de los principales retos es cómo volver a dejar solo al perro en casa sin que sufra ansiedad o cambios de comportamiento. Y es que, durante semanas (o incluso meses), nuestro peludo ha estado disfrutando de nuestra compañía constante y de repente, todo cambia.
Aquí van algunas claves prácticas para hacer esa transición de forma suave y positiva:
1. Retoma la rutina antes de tiempo
No esperes al primer día de oficina para hacer todos los cambios. Empieza unos días antes a levantarte a la misma hora, salir de casa a ciertas horas e incluso a espaciar tus interacciones con tu mascota durante el día. Este pequeño ajuste le ayudará a anticipar lo que está por venir. Los animales son grandes observadores, y notar que algo está cambiando, sin que sea de golpe, les ayuda a adaptarse.
2. Haz que tu tiempo juntos cuente
Aprovecha el tiempo previo al regreso al trabajo para compartir momentos agradables con tu perro. Juega, acaríciale, sal a pasear sin prisas. No se trata de compensar con exceso, sino de que se quede con una sensación de seguridad y afecto que refuerce el vínculo emocional entre ambos.
3. Entrena las ausencias de forma progresiva
Uno de los trucos más eficaces es dejarle solo durante ratos cortos y aumentarlos gradualmente. Puedes empezar saliendo 10 minutos, luego 30, luego una hora… Así aprenderá que estar solo no significa abandono. Con el tiempo entenderá que siempre vuelves y que no pasa nada malo cuando se queda en casa.
4. Estimulación mental: su mejor aliada
Los juguetes interactivos, especialmente los que permiten esconder comida o premios, son una opción excelente. No solo mantienen al perro ocupado, sino que también fomentan la concentración y reducen el estrés. Piensa en ellos como una especie de “puzzle mental” que le ayudará a sobrellevar tu ausencia.
5. Crea un espacio de calma
Asegúrate de que tenga un rincón en casa donde se sienta seguro: su cama, agua fresca, algunos juguetes, buena ventilación y poca estimulación externa (nada de ruidos fuertes o distracciones constantes). Un entorno estable y relajante favorece su bienestar y le invita a descansar mientras tú estás fuera.
6. El paseo, una rutina clave
Antes de salir de casa, dedica tiempo a un buen paseo. Le ayudará a liberar energía y a quedarse más relajado. Y al volver, repite ese paseo como una especie de recompensa. Este doble ritual —paseo antes y después— marcará un ritmo positivo y predecible en sus días.
7. Nada de dramatismos
Sabemos que duele ver su carita triste cuando coges las llaves. Pero dramatizar la salida o la vuelta puede empeorar la situación. Es mejor actuar con normalidad: una despedida corta, tono tranquilo y al volver, saludarle con cariño pero sin exageraciones. Así evitarás que relacione esos momentos con algo traumático.
8. Observa posibles señales de estrés
Cada perro reacciona de forma distinta. Algunos lloran, otros rompen cosas o incluso hacen pis en casa. Estos comportamientos no son “venganzas”, sino signos de que algo no va bien. Si ves estas señales de forma continuada, puede ser buena idea consultar con un educador canino para trabajar la ansiedad por separación.
9. Si puedes, busca apoyos
Si tu jornada laboral es muy larga, intenta organizar visitas a casa a mitad de día, o incluso paseadores profesionales. También puedes valorar opciones como guarderías caninas o el acompañamiento de algún familiar o amigo. No siempre es posible, pero cualquier ayuda extra reduce la soledad y el aburrimiento.
Y recuerda que en situaciones que alteran a tu mascota, Zylkene la puede ayudar a mantenerse calmada sin cambiar su carácter.
Y con la Calculadora Zylkene disponible en www.vetoquinol.es puedes conocer la cantidad adecuada que debes administrar a tu mascota según su peso.
Zylkene es un alimento complementario.