Limpiar los ojos de tu mascota es un paso indispensable para mantener la salud de los animales y evitar que sufran enfermedades oculares. La limpieza de las mascotas es uno de los factores decisivos para que estén en plena forma.
Como los seres humanos, las mascotas de casa, como perros y gatos, tienen legañas. Sobre todo por las mañanas, es frecuente que aparezcan con grandes legañas en los ojos. Por ello, es importante que los dueños aprendan a limpiar los ojos a un perro o un gato, con el fin de evitar futuras infecciones y malestares.
Un buen consejo para evitar la acumulación innecesaria de legañas es evitar que se entremezclen con el propio pelo. Los perros que de forma natural tengan el pelo largo tienden a tener mayores legañas.
Por ello, para facilitar el hecho de limpiar los ojos a un perro, se aconseja recortar el pelo que rodea a los ojos y el hocico del animal. De este modo, el perro se sentirá más cómodo, también para ver. Y el dueño lo tendrá más fácil para limpiar los ojos.
Si se recorta el pelo con frecuencia y se mantiene una limpieza diaria no habría mayores problemas.
Por otro lado, es frecuente que a la hora del baño, jabón y agua entren en los ojos de las mascotas. Por ello, puede que se irriten y que por consecuencia tengan más legañas ese día.
Se aconseja tapar los ojos, y en generar la cabeza, con una mano mientras la otra enjabona y lava al perro. De este modo, se controlan mucho mejor los gestos del animal y se evitan accidentes.
En caso de irritación, se recomienda usar gotas de colirio para animales. Y siempre, acudir al veterinario.
Hay que partir del hecho de que los animales, como los niños, no controlan sus gestos. Juegan, se manchan y no piensan en las consecuencias.
Así, las mascotas pueden acumular residuos, como tierra, polen y demás, en las mucosas. De ahí la importancia de limpiar los ojos del perro diariamente.
Para limpiar los ojos de perros y gatos hay que tener en cuenta tres pasos:
Es importante que el animal se encuentre lo más a gusto posible, dentro de un ámbito conocido. Además, se recomienda que el proceso sea siempre el mismo. Por ejemplo se puede aprovechar el paseo de la mañana para, a la vuelta, limpiar los ojos.
De este modo se crea una costumbre que no tiene que ser precisamente mala. Los gestos o cambios repentinos pueden traumar en cierto modo al animal y animarlo a ser más rebelde.
En cambio, si se trata de un gesto diario, nada doloroso, no tiene por qué molestarse. El perro estará lo más cómodo posible y tratará de colaborar. Siempre es recomendable tranquilizar al animal si este se encuentra nervioso.
Para limpiar los ojos del animal es importante mantener un control sobre los mismos. Se trata de vigilar el globo ocular, sobre todo en las épocas de cambio de estación. De este modo, se previenen las infecciones y se evitan problemas mayores.
Por otro lado, antes de limpiar los ojos del animal debes lavarte las manos y mantener una higiene adecuada del lugar. Se trata de una zona muy sensible que fácilmente puede infectarse.
Los objetos indispensables para limpiar los ojos del animal son la gasa y el suero. Una buena limpieza no implica necesariamente muchos objetos, al contrario.
Humedeciendo la gasa con suero y limpiando, poco a poco, sin hacerle daño es suficiente para limpiar adecuadamente al animal. El perro mantendrá los ojos cerrados, lo que se puede aprovechar para limpiar las pestañas y la totalidad del globo ocular.
En ningún caso se recomienda usar algodón u otro tipo de material. Puede romperse o deshacerse y perjudicar al animal. La gasa es la mejor de las opciones porque, además de ser hipoalergénica, no se deshilacha ni deja residuos en la piel.
Los perros de algunas razas determinadas tienen los párpados caídos. A diferencia del resto, estas razas tienen más opciones para tener alguna enfermedad ocular o legañas problemáticas. Por ello, implicarán más cuidados y más frecuentes.
En todo caso, si la legaña del perro es verde y tiene los ojos enrojecidos, es muy probable que tenga una infección. Una de las opciones más frecuentes es la conjuntivitis.
En este caso, la higiene ocular correrá a cargo del veterinario, quien velará por la salud del animal. Es imprescindible que el veterinario trate este problema.
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