El frío intenso puede perjudicar la salud de nuestros animales. Además de problemas respiratorios, las bajas temperaturas también pueden causar dolor en las articulaciones.
A diferencia de los perros, los gatos pueden ser menos expresivos y más indescifrables en su comportamiento. Por lo tanto, es necesario observarlos detenidamente para saber interpretar su lenguaje, que se asocia sobre todo a la posición y el movimiento de las orejas, los ojos, la expresión facial y la postura corporal.
Hoy te damos algunos consejos para facilitar esta tarea:
Cuidado con los oídos y todo tipo de comportamiento no verbal
Si estamos atentos, las orejas de un gato pueden decirnos mucho:
- Cuando están rectas, apuntando hacia arriba, el gato está tranquilo;
- Si están rectas pero apuntan hacia los lados, es muy probable que el animal esté enfadado;
- Las orejas bajas y hacia un lado indican ansiedad y postura defensiva;
- Las orejas totalmente bajas y vueltas hacia atrás, suelen ser sinónimo de ira o miedo;
- Si, además de tener las orejas bajas y vueltas hacia atrás, el gato presenta las pupilas dilatadas, puede estar sintiendo miedo. Pero si las pupilas son más pequeñas, es posible que esté enfadado y pueda atacarte pronto.
Observa las interacciones con otros gatos
La convivencia con otros gatos puede ser un reto, por lo que es importante vigilar su comportamiento en los momentos de interacción entre ellos, ya que las peleas y las disputas entre gatos pueden convertirse en algo frecuente y pueden estar causadas por varios motivos:
- Competencia por el dominio de las hembras;
- Conflictos territoriales;
- Enfrentamientos por el acceso a la comida y la bebida;
- Conflictos mientras la hembra está criando a su camada;
- La llegada de un nuevo gato a casa.
En algunos casos, es posible aplicar soluciones sencillas que permitan minimizar estos comportamientos. Por ejemplo, respeta el espacio vital de cada uno separando sus cuencos de comida y agua, colocando sus cajas de arena en lugares diferentes y crea zonas de descanso separadas para cada uno. Recuerda que los gatos duermen mucho (el 75% del tiempo) y, por tanto, es importante que se sientan tranquilos y seguros en su espacio.
Si aún siguiendo estas pautas la situación no mejora, te recomendamos que consultes a un veterinario especializado en comportamiento animal.
Vigila los signos de agresión
Los gatos son muy sensibles y tienen un gran sentido del territorio. Los cambios en su entorno físico o social pueden provocar reacciones extremas que, aunque parezcan sorprendentes, son bastante normales.
MIEDO O DEFENSA
Si tu gato tiene mucho miedo, puede resoplar, dar manotazos y huir. Cuando los gatos defienden su territorio pueden estar al acecho, emitir un sonido penetrante o maullar e incluso atacar a lo que perciben como un intruso. El miedo y la defensa del territorio pueden llevar al gato a morder.
LAS CAUSAS
El miedo y la defensa suelen ser provocados por los sentidos de la vista, el olfato o los ruidos emitidos por gatos desconocidos al aire libre. Sin embargo, en algunos casos, el verdadero origen de la agresión nunca se identifica y hay que permanecer atentos, ya que tu gato puede atacar al "objetivo" más cercano, ya sea otro gato de la misma casa o incluso sus propietarios.
TRATAMIENTO
El primer paso en estos casos es llevar a tu amigo de cuatro patas a un veterinario para determinar si hay un problema médico que cause este comportamiento. Si el veterinario determina que está en buen estado de salud, puede proporcionarle las pautas adecuadas para tratar estas reacciones.
Pregunta a tu veterinario sobre Zylkene para ayudar a mantener a tu mascota tranquila y relajada en situaciones que le causen ansiedad.
Vigila el comportamiento destructivo
El comportamiento agresivo suele asociarse a los perros ansiosos, pero los gatos también pueden tener reacciones extremas.
Cuando los gatos se afilan las uñas, lo hacen no sólo para mantenerlas en buen estado, sino principalmente para marcar su territorio dejando señales visibles y olfativas. Algunos gatos incluso mastican materiales como el cuero, el cartón o las telas.
Para evitar que tu gato arañe los cojines, los muebles e incluso las paredes de tu casa, dale una alternativa. Una buena técnica es ofrecerle un trozo de tela o alfombra vieja, un tronco de madera maciza, trozos de madera blanda o cuerda de sisal. Prueba a colocarlos en diferentes lugares y posiciones, tanto en horizontal como en vertical.
Hasta que tu gato elija su alternativa preferida, te recomendamos que cubras las zonas sensibles de tu casa con plástico no rígido. A la hora de evitar que muerdan cartón, goma, hilos, cables, hilos de coser y otros objetos, lo mejor es mantenerlos fuera de su alcance.
Si ves que ninguna de estas alternativas ayuda a solucionar el comportamiento destructivo de tu gato, te recomendamos que consultes a tu veterinario para que analice estos comportamientos desde un punto de vista profesional.
Entiende las emociones
Las emociones hacen que tu gato sienta el impulso de actuar en respuesta a una situación, y definen cómo se siente después de haber reaccionado. Por ejemplo, el miedo puede llevar a tu gato a defenderse, mientras que los sentimientos positivos que siente cuando le acaricias pueden ayudarle a ser más sociable.
Las emociones pueden dividirse en positivas o negativas, con escalas ascendentes o descendentes. Es decir, el placer aumenta cuando tu gato se siente satisfecho, mientras que la frustración puede aumentar su ira, lo que le lleva al miedo y al pánico.
Cuando aparecen estos síntomas, los gatos con problemas de comportamiento se encuentran en los extremos de esta escala emocional.
Un estudio reciente ha demostrado que todos los gatos tienen siete sistemas básicos fundamentales que activan su capacidad de respuesta, basados en la información que transmiten sus sentidos al cerebro. Estas "siete maravillas" incluyen un sistema de "búsqueda" para encontrar comida, un sistema de "miedo" por el que responden a eventos inusuales que pueden ser peligrosos para ellos, un sistema de "juego" y un sistema de "atención" por el que cuidan de sus crías y establecen relaciones sociales vitales.
En los seres humanos, las áreas más recientemente desarrolladas del cerebro humano pueden transformar este potencial emocional en emociones superiores, como el amor, la vergüenza, el desprecio, el malestar, etc.
Aunque los gatos no tienen estos "sentimientos superiores", esto no implica que no puedan desarrollar emociones más simples, como el bienestar, la tristeza, la ira o el miedo.
Por ello, te recomendamos que seas consciente de sus emociones para que puedas entenderlas y actuar en consecuencia con mayor facilidad.
Consejos y trucos
Adoptar una mascota es una decisión importante que debe tomarse con responsabilidad y consideración.
Es posible que dos gatos vivan juntos, pero a veces puede resultar complicado.
Si quieres introducir un nuevo gato en casa, deberás tomar algunas precauciones para que el encuentro y la convivencia bajo el mismo techo sean lo más agradables posible.
Aquí te ofrecemos algunas claves para facilitar esta transición y asegurar el bienestar de tu peludo amigo.
Las vacaciones suelen ser un momento de desconexión y relajación, tanto para nosotros como para nuestras mascotas. Sin embargo, al regresar a la rutina diaria, es importante ayudar a nuestro perro a adaptarse de nuevo a sus horarios habituales y actividades diarias.
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