¿Tienes un perro en casa y un bebé en camino? ¡Fantástico! Muchos estudios han demostrado que tener un perro podría tener un impacto muy positivo en la vida de tu bebé. Sin embargo, es importante preparar a tu mascota para este gran cambio en vuestras vidas, para asegurar que vuestra nueva vida familiar se desarrolle bien. Para hacerlo, necesitas intentar establecer algunas nuevas normas antes de la llegada del bebé para facilitar esta transición.
De las cosas que más aterroriza a los dueños de estos animalillos es cómo darle una pastilla a un gato. Existe toda una mística de prejuicios en torno a los gatos: se les considera animales traicioneros, ladinos e ingratos. Pero los que tienen la suerte de que un gato comparta su casa con ellos, saben que esto no es cierto.
Los gatos son animales muy independientes, pero también son magníficos compañeros de vida. Y aunque hay gatos ariscos, por lo general son muy cariñosos y divertidos.
Es verdad, los gatos definitivamente no son como los perros. No se doblegan con facilidad. Y, muchas veces, conseguir que hagan algo que no les gusta es muy complicado.
Sin embargo, no es una misión imposible, por lo que estos consejos sobre cómo darle una pastilla a un gato te serán de utilidad cuando tengas que darle su medicina a tu "amo".
Algunos trucos para darle una pastilla a tu gato
1. Esconde la pastilla en un trozo de comida
Uno de los trucos más viejos cuando piensas en cómo darle una pastilla a un gato es el de esconderla dentro de un trozo de comida. Esta puede ser cualquier cosa: un trozo de su paté favorito, un rollito de jamón york, un bocado de merluza.
Cuanto más sofisticada sea la comida, más oportunidades de éxito tendrás de que se la tome sin chistar. El langostino para esto suele ser muy eficaz.
Aunque hay que decir que si tienen un súper poder los gatos, no es el de caer siempre de pie. Es detectar cualquier cuerpo extraño en la comida, que se tragará para, después, echar la pastilla limpia y entera de manera elegante.
Si esta técnica no ha funcionado, recoge la pastilla del suelo y pasa a la técnica número dos.
2. Sujeta al gato y administra el medicamento
Si tu gato es más bien dócil, puede que esta técnica te resulte útil. Pero si es de los que se pone nervioso o se revuelve, es mejor que intentes directamente con la siguiente.
Lo primero que hay que evitar es que el gato se dé cuenta de lo que pretendes. Si ve que tomas el medicamento o que estás preparándote para dárselo lo más probable es que se ponga nervioso y se esconda. Buscarlo y convencerlo para que se deje coger será otra odisea más en el proceso.
Cuando esté todo listo y vayas a darle la pastilla es importante saber cómo administrarla correctamente evitando causarle cualquier tipo de molestia. Para ello tendrás que sujetarlo con firmeza pero sin hacerle daño.
Puedes probar a colocarte detrás de él y sujetarle la cabeza envolviéndola con tu palma. Después, presiona con el pulgar y el corazón un poco la comisura de su boca para que la abra. Deberás sujetar la pastilla con el pulgar y el índice para que cuando abra la boca sea más fácil introducirla lo más atrás posible.
Cuando lo hayas conseguido échale la cabeza hacia atrás un poco para que decida tragársela. Los gatos son unos maestros del engaño, por lo que será mejor que le vigiles durante un momento para comprobar que se ha tomado la pastilla.
Si ves que empieza a babear profusamente no te asustes. Es la manera que tienen ellos de intentar echar el medicamento. Ofrécele agua para que desista.
3. Utiliza una toalla para envolverlo
Como se ha comentado en el truco anterior, si el gato es más bien rebelde la recomendación es envolverlo con una toalla desde el principio. Esto evitará que haya heridos durante el procedimiento, que es prácticamente igual que el anterior.
Se debe colocar una toalla debajo del gato e intentar que se tumbe y esté tranquilo. Si intentas envolverlo de cualquier manera es posible que se revuelva y acabes con algún zarpazo y el gato escondido en un armario.
Cuando consigas que el gato esté relajado, envuélvelo con la toalla suavemente dejando la cabeza fuera. Sigue los pasos de la técnica anterior para darle una pastilla a un gato. Al tener al gato inmovilizado hay más probabilidades de éxito.
Después de darle una pastilla a un gato suele ser buena idea ofrecer un premio. Al final, terminará asociando la toma del medicamento a un estímulo positivo por lo que las siguientes veces todo será mucho más sencillo.
Cuando no consigues darle una pastilla a un gato
Si no consigues hacer que el gato se tome la pastilla, aún quedan dos opciones:
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La primera es que averigües si el medicamento tiene otras presentaciones, por ejemplo líquidas, que le puedas administrar con jeringuilla. Incluso hay algunas pastillas que se pueden machacar para dar con agua, aunque no todas.
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La segunda pasaría por llevar a tu compañero al veterinario para que allí le administren la medicación.
En cualquier caso, es buena idea acostumbrar al gato desde que es un cachorro a tomar medicaciones orales. Así se mostrará más tranquilo cuando sea necesario darle una pastilla.
Además, hay que evitar que el gato vea el proceso como algo negativo intentando siempre hacerlo con la mayor calma posible y en un ambiente tranquilo. Y, sobre todo, reforzar el estímulo positivo ofreciéndole premios.
Consejos y trucos
El periodo principal de aprendizaje para tu cachorro es entre los dos y los cinco meses de edad. Durante este periodo, tu cachorro será especialmente receptivo a las órdenes y recompensas, pero también será impresionable; no te apresures. Tu objetivo debe ser entrenar bien a tu cachorro, mientras le ayudas suavemente a entender su entorno.
La cuestión de la limpieza de orejas es un tema que surge frecuentemente entre los propietarios de gatos, quienes a menudo se preguntan si necesitan usar un bastoncillo de algodón, como se hace con los humanos.
Las garrapatas son parásitos pertenecientes a la familia de los ácaros que se adhieren a humanos o animales (incluidos los perros) para alimentarse de su sangre. Transmiten enfermedades que son muy peligrosas tanto para animales como para humanos.
Productos
Los perros y los gatos pueden tener problemas en sus articulaciones. Flexadin Plus es una fórmula completa que contribuye a su salud articular y a su flexibilidad.
Esta innovadora fórmula, científicamente demostrada por distintos estudios clínicos, contribuye a la salud de las articulaciones y a la flexibilidad de los gatos.
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